En la década de los 90′ se acuñó el concepto “V.U.C.A. World” por el ejército estadounidense. Un acrónimo para definir un mundo con cuatro características:
- Volátil, cualquier cambio se produce en un tiempo récord afectando a nivel global y las dinámicas de cambio son enormes actualmente.
- Uncertainty (Incierto), con incapacidad de predicción, con sorpresas continuas y una alta incomprensión de que sucede.
- Complejo: Múltiples fuerzas entrelazadas actúan descoordinadamente, los temas que se solapan sin mucho sentido, no hay un causa-efecto evidente, lo que ha convertido al mundo en algo mucho más complejo.
- Ambiguo, la economía de la atención, las múltiples fuentes de información en tiempo real y la mezcla de opiniones, comentarios y análisis nos hacen vivir en una ambigüedad constante.
De ese mundo definido en los 90”, y derivado de la pandemia del 2019-2020, surgió otro acrónimo de la era que nos ha tocado vivir, el mundo BANI mucho más emocional.
- Brittle (frágil), ya no solo es que sea volátil, es que el mundo es frágil, lo que ayer existía hoy se ha roto.
- Ansioso: Del mundo VUCA anterior, vivimos en un entorno donde todo está a punto de saltar por los aires, todo tiene que ser en el aquí y en el ahora.
- No lineal: la complejidad puede o no ser lineal. El sistema Bani incorpora la parte no secuencial de la causa y efecto.
- Incomprensible: la ambigüedad genera ciertas incongruencias, pero Bani ofrece un paso más en esa comprensión del mundo. Hoy vivimos en un mundo en el que ocurren cosas que no somos capaces de comprender.
Buena parte de este BANI en el que vivimos hoy es consecuencia directa, además de la pandemia de la Covid-19, de Internet y acelerado por el móvil y el resto de dispositivos IoT. En este mundo hiperconectado en tiempo real que vivimos el acceso a la información, la capacidad de generar “movimientos”, el poder del “crowd” y, sobre todo, el uso que pueden hacer de esto grupos de interés con conocimiento de cómo funciona nuestra parte más emocional, hacen del mundo un lugar muy complejo ahora mismo.
¿El mundo BANI nos obliga a elegir entre Libertad o seguridad en Internet?
No debería existir el dilema. El mundo BANI es muy complejo, pero la solución no puede ser elegir entre libertad o seguridad en internet. Lo que si es evidente es que navegar por las aguas de internet, cada vez más turbulentas, exige por parte de todo el mundo una comprensión del ser humano, una educación a nivel mundial, un apoyo a todas las iniciativas de cohesión social y sobre todo, a un esfuerzo titánico por mantener nuestra libertad. Lo que de verdad está en juego en esta partida de póquer que están jugando, usando internet.
Por un lado, cualquier grupo de cualquier ideología tiene la capacidad de hacer lo que le de la gana en cualquier lugar del mundo. Desde lo más grave como el terrorismo islámico, pasando por charlatanes de todo tipo, fuera de sistema de cualquier clase y, en general, cualquiera interesado en manipular en su beneficio propio por cualquier tipo de idea que se le ocurra.
Y por otro, los grandes grupos de poder que ven por un lado, que el mundo no lo controlan como antes y, por otro, que esto a la vez es una oportunidad para, en base a todas las sucesos que están pasando, poner veto y control total sobre internet y, sobre todos los ciudadanos.
En mi opinión, de nuevo, estamos en un momento clave, los beneficios de la hiperconectividad son enormes y más van a ser en un futuro cercano pero, es verdad, que a la vez el hombre ante el desconcierto prefiere control, ha pasado en el pasado y puede volver a pasar en el futuro. Pero no debemos olvidar, que siempre que hubo control la cosa no acabó nada bien para nadie. Por ello abogo por lograr que haya Libertad, Igualdad y Fraternidad, on y offline.
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